A lo
largo del tiempo ha sido una de las principales discusiones hacer el análisis
de qué tipo de derecho es fundamental, cuál debería de ser el que importa más
en la vida del hombre en sociedad y cuál es el más justo. Esto por supuesto
varía de cada persona, y es una opinión que va desde el razonamiento y las
creencias que cada quien tenga.
En
este post se analizara la definición del derecho formalmente valido y la del
derecho natural.
Según
el Diccionario Jurídico Mexicano, el Derecho Natural es el
conjunto de normas jurídicas que tienen su fundamento en la naturaleza humana;
esto es, de juicios de la razón práctica que enuncian un deber de justicia. Y
no, como algunos pretenden, un derecho en sentido moral o un conjunto ideal de
normas, pues de este modo no sería derecho sino moral, y sus normas no serían
jurídicas sino morales, no existiría realmente sino solo idealmente, que es lo
mismo que no existir.
Esta
definición es un poco diferente a la forma en que muchos autores interpretan el
sentido del Derecho Natural, ya que cada autor tiene diferente forma de pensar
y hay quienes dicen que el sentido del Derecho Natural es la divinidad. Otros,
por el contrario, afirman es el biológico.
A
diferencia del Derecho Natural, el Derecho Formalmente Valido es el conjunto de
normas imperativo-atributivas que en cierta época y en un país determinado la
autoridad política declara obligatorias.
Como
podemos ver, el Derecho Natural y el Derecho Formalmente Valido son muy
diferentes entre sí. Pero, para mi punto de vista, lo correcto es que se
complemente el uno al otro. Es importante la consideración del Derecho Natural
ya que este nos da una visión más humana y crea normas que mejoran la
convivencia entre las personas y, en cierta forma, logra que tengamos un
balance en lo que pensamos como individuos y lo que es correcto en
colectividad. El Derecho Natural, en cierta forma, trabaja con nuestra
conciencia. También es necesario que el Derecho sea Formalmente Valido ya que
esto le dará el reconocimiento legal que se requiere y también porque, al pasar
por todo un proceso para convertirse en formalmente valido, tendrá el carácter
de obligatoriedad que se merece, sin necesariamente verse influenciado por las creencias
de cada persona.
En
conclusión, el poder tener un balance entre no solo los dos, sino entre los
tres tipos de derecho (el Positivo, el Natural y el Vigente), lograra que se
tenga un resultado más justo y correcto en las leyes y normas que rigen a
nuestra sociedad. Ya que, si solo nos basamos en un tipo de Derecho, por
ejemplo el Derecho Natural, nos limitara a pensar de acuerdo a nuestras
creencias y nuestro entorno, haciendo menos justo y más limitado el alcance del
Derecho. Aunque cabe aclarar que para una situación en la que el cambio sea
necesario, deberá de ser válido usar cualquiera de las tres formas de derecho
para que no se llegue a cometer una injusticia o un retroceso en la sociedad.