Después de que una juez de Nueva York se negara a revocar
el contrato celebrado por Kesha y el productor Lukasz Gottwald, mejor conocido
como “Dr. Luke”, 250,000 mil personas han firmado una petición en Change.org
para boicotear a la empresa Sony.
Para entender mejor este caso es importante saber que en
2014 la cantante Kesha demando a su productor por abusos sexuales, psicológicos
y verbales. Esto es lo que más ha llamado la atención del caso, haciendo que se
genere más presión mediática, debido a que no solo involucra cuestiones
legales, sino que al caso se le ha dado un enfoque feminista y moral, del cual
muchas personas han hecho un juicio de valor.
Se podría decir que las opiniones sobre este caso se
dividen en dos: los que creen que es una táctica para revocar un contrato
mediante la presión mediática y los que creen que se trata de una mujer que,
como muchas personas, ha sufrido de un abuso sexual y que ahora están tratando
de no ser objeto de una revictimización diaria por parte del contacto directo
con su productor. Pero este caso requiere más análisis que un simple juicio de
valor polarizado.
Por lo regular, los requisitos para invalidar o revocar
un contrato tienen que ver más con la forma, muy pocos son los contratos que se
pueden revocar por cuestiones personales (a excepción de que sea por acuerdo
bilateral). En este caso podemos observar plenamente que se trata de una relación
obligatoria, ya que no es Kesha la única obligada (aunque por la atención que
se le ha dado y por el enfoque con que se ha hablado del caso parece que sí), son
también su productor y la empresa personas obligadas.
Es importante mencionar que el abuso sexual que la
cantante denuncia no se debe pasar por alto. El hecho de que ella haya decidido
no demandar a su productor inmediatamente después de haber sufrido la violación
no es poco común. De acuerdo con la Red Nacional de tratamiento de Abuso, Violación
e Incesto (Rape, Abuse, and Incest National Network) un 68 por ciento de las
personas que sufren de abuso sexual no denuncian ante las autoridades.
El caso de Kesha es mucho más complejo de lo que se
podría creer: el considerar su testimonio como valido a pesar de la falta de
pruebas y basarlo para crear efectos legales podría abrir una brecha para que
más personas aleguen esto. El no darle la debida importancia. Por otro lado, el
calificar de absurda esta noticia es un reflejo de la sociedad tan apática en
la que actualmente vivimos. El abuso sexual no es algo exclusivo de algunos
países, pasa en todo el mundo, a personas de todas las edades. No se puede
ignorar más este tema. Como estudiantes de Derecho a menudo se nos enseña a
apegarnos a la legalidad, pero ¿qué pasa cuando esta transgrede nuestra
integridad moral?, ¿qué pasa cuando apegarse a la legalidad trae más efectos
negativos que positivos?
Por último, es importante analizar este caso para
entender mejor a lo que se refiere el término de “relación obligatoria”, los
efectos que han tenido y que tendrán sobre las partes son un reflejo de la
bilateralidad con la que se caracterizan los contratos, son un claro ejemplo de
que, dependiendo del enfoque con el que se quiera analizar, en este caso las
dos partes pierden y ganan a la vez.
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